Un estudio en colaboración con el investigador UDLA José Francisco López, y publicado en la revista científica World Psychiatry, destaca cómo mejorar la calidad del tiempo frente a la pantalla puede transformar la salud mental de los jóvenes.
En un mundo cada vez más conectado, el uso excesivo de dispositivos digitales ha generado preocupaciones significativas sobre el bienestar mental de los adolescentes. Sin embargo, este estudio, desarrollado por un equipo multidisciplinario de expertos internacionales, pone en evidencia que no se trata solo de reducir el tiempo frente a la pantalla, sino de optimizar su calidad.
¿Qué significa un uso saludable de dispositivos digitales?
La investigación propone tres recomendaciones clave para adolescentes que buscan mejorar su relación con la tecnología:
1. Zonas y momentos libres de tecnología
Establecer límites claros, como evitar el uso de dispositivos durante las comidas familiares o una hora antes de dormir, puede mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés. Crear espacios libres de tecnología en el hogar, como las habitaciones, ayuda a desconectarse del mundo digital.
2. Aprovechar las herramientas digitales
Utilizar funciones como rastreadores de tiempo de pantalla, modos de “No Molestar” o bloqueadores de notificaciones permite controlar mejor el uso de los dispositivos. Aprender a personalizar estas opciones puede reducir distracciones y fomentar un consumo digital más consciente.
3. Reemplazar, no restringir
En lugar de prohibir el tiempo de pantalla, se recomienda sustituirlo por actividades saludables como ejercicio físico, interacción social en el mundo real o el uso intencionado de contenido educativo o de mindfulness. Estas acciones no solo reducen el impacto negativo, sino que promueven un desarrollo integral.
Recomendaciones para padres: cómo guiar a los adolescentes
El rol de los padres es fundamental para promover hábitos digitales saludables. Entre las recomendaciones destacan:
Colaborar en un plan familiar
Crear juntos acuerdos sobre horarios sin tecnología, actividades aceptables en línea y estrategias para abordar riesgos digitales fomenta el compromiso y la sostenibilidad de las reglas.
Liderar con el ejemplo
Los padres deben adoptar un uso saludable de dispositivos, especialmente durante el tiempo en familia, para inspirar a los jóvenes a hacer lo mismo.
Fomentar la comunicación abierta
Hablar regularmente sobre las actividades en línea de manera no punitiva ayuda a generar confianza y permite identificar problemas como el ciberacoso o el contenido dañino.
Un impacto global
Este estudio, respaldado por instituciones de renombre como la Universidad de Manchester y la Universidad de Ottawa, tiene el potencial de influir significativamente en la relación de las familias con la tecnología. Al adoptar estos hábitos, se espera reducir problemas como obesidad, ansiedad y depresión en los jóvenes, contribuyendo a una mejor calidad de vida y disminuyendo la carga en los sistemas de salud.
Conclusión
Promover un uso saludable de los dispositivos digitales no solo beneficia a los adolescentes, sino también a las familias y a la sociedad en general. Este enfoque, basado en evidencia científica y recomendaciones prácticas, busca generar un cambio positivo y sostenible en un mundo cada vez más digitalizado.
Consulta el estudio completo aquí: