Este capítulo del libro tiene por finalidad describir una serie de políticas criminales exitosas qué se dieron en el Ecuador en los cinco años anteriores. Como denominador común estas estrategias tienen la particularidad de separarse de la lógica tradicional, la ley penal es la herramienta única de gestión delictiva, y mediante intervenciones estratégicas consiguieron avances importantes en el manejo de una serie de modalidades delictivas.