En un contexto de transformación tecnológica acelerada, comprender la relación entre educación financiera, inclusión financiera y alfabetización digital es clave para fortalecer la estabilidad económica de los ciudadanos. Desde el Grupo de Investigación en Negocios, Economía, Organizaciones y Sociedad de la Universidad de Las Américas (UDLA), la investigadora Ana Belén Tulcanaza Prieto lideró un estudio que aporta nueva evidencia sobre cómo estos factores interactúan en el contexto de la industria bancaria ecuatoriana.
Publicado en la revista Sustainability (Q1, MDPI), el artículo “Is Digital Literacy a Moderator Variable in the Relationship Between Financial Literacy, Financial Inclusion, and Financial Well-Being in the Ecuadorian Context?” explora si la alfabetización digital potencia o modifica el vínculo entre educación financiera, inclusión y bienestar económico. El trabajo se desarrolló en colaboración con instituciones de Corea del Sur (Hanyang University), España (Universidad Politécnica de Catalunya) y Ecuador (Universidad Andina Simón Bolívar).
Entre los hallazgos, se destaca que:
- La alfabetización digital mejora significativamente tanto la inclusión financiera como el bienestar financiero.
- Las habilidades, actitudes y comportamientos financieros de los usuarios influyen positivamente en su alfabetización financiera.
- Aunque se esperaban efectos moderadores de la alfabetización digital, se concluye que su impacto depende más del nivel educativo y la adopción tecnológica de los clientes que de una relación directa con inclusión o bienestar.
Este estudio tiene un impacto directo en políticas públicas, estrategias educativas y el desarrollo de productos financieros adaptados a las necesidades y conocimientos reales de los consumidores. Promueve el diseño de programas educativos más inclusivos y personalizados, y la implementación de plataformas digitales que consideren los desafíos del entorno ecuatoriano.
La investigación invita a profesionales del sector, instituciones bancarias y actores gubernamentales a repensar cómo la digitalización puede cerrar brechas sociales y económicas, promoviendo decisiones informadas, ahorro responsable y estabilidad financiera a largo plazo.