Esta es la pregunta que responde la más reciente publicación científica de la docente e investigadora Ana Belén Tulcanaza Prieto, del grupo de investigación “Negocios, Economía, Organizaciones y Sociedad” de la Universidad de Las Américas (UDLA), en la revista indexada European Research on Management and Business Economics (Q1, España).
Una mirada al consumidor que se queda
La mayoría de estudios sobre etnocentrismo en consumo se han centrado en migrantes o en contextos internacionales. Sin embargo, esta investigación aborda por primera vez a consumidores nativos que han permanecido en sus países de origen, proporcionando una visión innovadora sobre cómo el orgullo nacional y las emociones colectivas pueden influir en sus decisiones de compra.
Etnocentrismo duro vs. etnocentrismo blando
El estudio diferencia entre dos tipos de etnocentrismo:
- Etnocentrismo duro (ETD): creencia estricta de que solo se deben consumir productos nacionales.
- Etnocentrismo blando (ETB): preferencia emocional o simbólica por lo nacional, sin rechazar lo extranjero.
A través de una encuesta a 372 personas latinoamericanas y utilizando análisis de ecuaciones estructurales, se concluyó que el ETB sí influye significativamente en la intención de compra (INC), mientras que el ETD no. Además, se identificaron diferencias de género: las mujeres mostraron mayor inclinación hacia el ETB.
Aplicaciones para el marketing con identidad
Estos hallazgos aportan evidencia útil para el diseño de campañas de marketing en América Latina. Promover lo local desde una perspectiva emocional, evitando enfoques excluyentes, puede ser más efectivo, sobre todo con audiencias femeninas. Asimismo, se alinea con la Teoría del Comportamiento Planificado al destacar cómo actitudes y percepciones impactan decisiones concretas.
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🔗 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2444883425000051