En 1984, cuando le pidieron que describiera para qué servían los ordenadores personales, Steve Jobs los llamó «la bicicleta de la mente«. Ahora, casi cuarenta años después, la computación espacial está aquí y la totalidad de sus efectos serán mucho más profundos; poniendo en tela de juicio nuestra propia existencia, y lo que significa ser consciente, vivo y humano.
¿Y si en lugar de la mente nos propusiéramos crear una “bicicleta para el corazón”? Si el poder de estas tecnologías inmersivas se aprovechara para conectarnos e iluminarnos en lugar de distraernos y dividirnos; si dejáramos de ser meros consumidores pasivos para convertirnos en creadores activos y artífices del cambio del futuro que necesitamos. Esto es posible y está ocurriendo.
Esta clase magistral trazará el camino a seguir mediante estudios de casos y un marco para la acción.
Lugar: Auditorio 2
Hora: 09h00
Presencial (con aforo)