Nota de El Comercio
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el ámbito educativo en todo el mundo, y Ecuador no es una excepción. En la educación superior, la IA ofrece oportunidades significativas para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, según Lorena Naranjo, Directora de la Maestría en Derecho Digital e Innovación de la Universidad de Las Américas (UDLA).
RECOMENDACIONES INTERNACIONALES Y LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN CONTINUA
Desde el Consenso de Beijing en 2019, la UNESCO ha subrayado la importancia de integrar la IA en la educación de manera ética y efectiva. Naranjo destaca que es crucial formar a educadores, estudiantes y responsables de políticas educativas para que todos los actores puedan aprovechar al máximo estas tecnologías, promoviendo un aprendizaje inclusivo y personalizado.
DESAFÍOS EN LA IMPLEMENTACIÓN DE IA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
A pesar de los beneficios, Naranjo identifica varios desafíos para la aplicación masiva de la IA en la educación superior ecuatoriana. Entre estos se encuentran la brecha digital, la protección de datos personales y la necesidad de colaboración entre el gobierno, las instituciones educativas y las empresas tecnológicas. Según Naranjo, es esencial invertir en infraestructura y capacitación tecnológica para garantizar un uso responsable y ético de la IA.
EXPERIENCIAS Y BENEFICIOS DE LA IA EN UNIVERSIDADES PRIVADAS
Marcelo Filian, especialista en telecomunicaciones y ciberseguridad, señala que ya se está utilizando la IA en universidades privadas del Ecuador para personalizar el aprendizaje, analizar grandes cantidades de datos y desarrollar nuevas estrategias educativas. Sin embargo, tanto Filian como Naranjo coinciden en que es necesario investigar más sobre los beneficios e impactos de estas tecnologías en comparación con universidades en Europa y Estados Unidos.
DESARROLLO DE HABILIDADES BLANDAS Y ENFOQUE PERSONALIZADO EN EL APRENDIZAJE
Naranjo enfatiza la necesidad de desarrollar habilidades blandas como el pensamiento crítico, la creatividad y la responsabilidad en los estudiantes, para que puedan adaptarse a las nuevas dinámicas de aprendizaje que trae consigo la IA. La IA no solo optimiza el tiempo de los docentes y mejora la calidad de los contenidos académicos, sino que también promueve un enfoque educativo más interactivo y personalizado.
LLAMADO A LA ACCIÓN PARA INCENTIVAR Y REGULAR EL USO DE LA IA EN LA EDUCACIÓN
Finalmente, Naranjo hace un llamado a las autoridades públicas y educativas para que incentiven, promuevan y regulen el uso de la IA en la educación superior. Esto con el fin de maximizar sus beneficios y mitigar posibles riesgos, asegurando que la universidad continúe mejorando sus métodos de enseñanza y formando ciudadanos capaces de enfrentar los desafíos éticos y técnicos que esta tecnología plantea.
