Nota de El Comercio
En un mundo cada vez más interconectado, la ética digital emerge como un pilar fundamental para garantizar una convivencia respetuosa y segura en los entornos virtuales. Así lo destacó Lorena Naranjo, directora de la Maestría en Derecho Digital e Innovación de la UDLA, en su análisis publicado por El Comercio.
Naranjo subraya que la ética digital comprende principios que protegen la privacidad, la seguridad, y los derechos de los usuarios, al tiempo que promueve un uso responsable de las tecnologías. Según explicó, en un contexto donde los datos personales son recolectados constantemente, es indispensable fomentar prácticas como la protección de contraseñas, la verificación de información para evitar la propagación de noticias falsas y el respeto a la propiedad intelectual.
Además, destacó la responsabilidad compartida entre individuos, instituciones y empresas en la creación de políticas que guíen un comportamiento ético en línea. Estas medidas deben incluir la protección de datos personales, el establecimiento de salvaguardas para prevenir ataques cibernéticos y el desarrollo de mecanismos que garanticen la equidad y el acceso inclusivo a las tecnologías.
Finalmente, Naranjo hizo un llamado a la educación y concienciación como herramientas clave para construir un entorno digital más humano y seguro. La ética digital, afirmó, no solo busca prevenir el daño y garantizar la transparencia, sino también fomentar un espacio libre de acoso, discriminación y odio, en beneficio de todos los usuarios.
El enfoque de la especialista de la UDLA pone en relieve la importancia de trabajar conjuntamente hacia un futuro digital ético y sostenible.