Nota de El Mercurio
En un contexto marcado por la evidente crisis climática, Ecuador enfrenta actualmente periodos críticos de sequía y fuertes lluvias, afectando gravemente su ecosistema y recursos hídricos. Christian Villamarín, docente investigador de la Universidad de los Andes (UDLA), ha señalado que la sequía en el país se irá sintiendo con mayor intensidad debido a la presión sobre los páramos, los cuales actúan como esponjas que regulan el suministro de agua a ríos y zonas bajas.
Villamarín destacó que el impacto del cambio climático ha generado un déficit de precipitaciones en doce provincias, afectando la generación de energía hidroeléctrica y el abastecimiento de agua, especialmente en áreas como la cuenca del río Pita en Quito. Esto ha llevado a la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS) a implementar racionamientos que afectan a un porcentaje significativo de la población.
A pesar de las iniciativas de conservación y restauración de páramos coordinadas por instituciones como el Fondo para la Protección del Agua (Fonag), Villamarín advierte que la falta de recursos dedicados a programas preventivos y a una gestión adecuada durante la época de lluvias sigue siendo una preocupación. “El estiaje estaba anunciado, y la comprensión de la gravedad de la situación sigue siendo escasa”, concluyó.
La opinión de expertos como Villamarín resalta la necesidad urgente de una mayor conciencia y acción frente a los efectos del cambio climático que está afectando la calidad de vida en Ecuador y en el mundo.