Nota de El Universo
Este 30 de agosto vence el plazo para que los partidos y movimientos políticos inscriban sus alianzas con miras a las elecciones generales del 9 de febrero de 2025. Estas coaliciones ofrecen beneficios económicos y legales significativos, como un 20 % adicional en el monto de promoción electoral y la asignación igualitaria de los votos entre las organizaciones participantes. Sin embargo, a pesar de estos incentivos, la consolidación de alianzas aún enfrenta desafíos.
Cristian Carpio, analista político y docente de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad de Las Américas (UDLA), analiza la situación actual y considera que, aunque las alianzas podrían fortalecer las candidaturas, es poco probable que se reduzca significativamente el número de binomios presidenciales. “Tanto la izquierda como la derecha están dispersas, lo que ha evitado la formación de coaliciones que reduzcan el número de participantes. Estimo que serán entre catorce y quince candidaturas”, señala Carpio.
Además, Carpio destaca que las alianzas electorales no solo pueden reducir la dispersión de votos, sino que también podrían generar mejores sistemas de gobernabilidad en la Asamblea Nacional. “Las alianzas permiten a los partidos más pequeños subsistir y, al mismo tiempo, construir candidaturas más sólidas, lo que resulta positivo en un escenario político tan fragmentado”, agrega.
A medida que se acercan las elecciones, la formación de alianzas podría ser crucial para definir el futuro político del país. Sin embargo, la decisión final dependerá de las negociaciones entre los actores políticos y de cómo estos logren equilibrar sus intereses personales con las necesidades del electorado.
